Editorial

Manuel Gil Antón: el profe del camión

Manuel Gil Antón: el profe del camión Fotografía: con Diseño de Esferas Pedagógicas

23-MAYO-2022

Miguel Ángel Rodríguez
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No obstante, subrayó los límites de un pensamiento educativo propagandista que se refugia en adjetivos para no abordar lo sustantivo. Imposible no coincidir con ese juicio básico.

Qué gusto ver renovarse en acto, de manera creativa, la original historia narrada, como si al vuelo, por el pensar alegórico, risueño e irónico del profe del camión: Manuel Gil Antón. Rima con educación y con la propensión universal a la masturbación en esa cuestión.

Una alegoría infantil, que podría llamarse el sistema educativo mexicano explicado a niñas y niños, es, a un tiempo, centro de autointuición creadora e impulso para la acción.

Con un hablar pausado, de quien conoce bien el terreno que pisa, hila sus charlas con pasajes de literatura y cine. El nombre de la rosa, pongamos por ejemplo. Recuerdo por momentos, mientras escucho al profe Manuel, a don Pablo Latapí enredado en una disquisición con el tiempo y el aprendizaje de los profesores de México.

El filósofo Latapí, educado en Alemania, no pudo contener la tentación de alegorizar con la pintura de Remedios Varo que imprimimos en el cartel para difundir la conferencia: ¿Cómo aprenden los profesores? (Observatorio Ciudadano de la Educación y Educación Contracorriente A.C.).

Latapí también fue un rock star entre las filas magisteriales, digamos que cercano a Cohen y Cave.

Escuché con gozo a Manuel Gil Antón y leí con emoción las dudas y preocupaciones que, de todas partes del país, le hacían las profesoras y profesores sobre el nuevo modelo educativo, sobre la Nueva Escuela Mexicana. En respuesta Manuel elaboró una crítica mesurada, sensata, sin aspavientos estentóreos.

Más aún, podría decir que con mucha cautela, con respeto se refirió a Marx Arriaga, director de materiales educativos y artífice del nuevo proyecto educativo.

No obstante, subrayó los límites de un pensamiento educativo propagandista que se refugia en adjetivos para no abordar lo sustantivo. Imposible no coincidir con ese juicio básico. Al mismo tiempo que, cuando fue interrogado, aceptó con flexibilidad la metáfora de que la Nueva Escuela Mexicana podría ser un plan maestro para construir otro camión, incluso dos autobuses, que transiten por un mejor camino...

El magisterio nacional, igual que lo hace con Alberto Arnaut, reconoce en Gil Antón a un profesor normalista y le da el título ad honorem –no estoy seguro si eso cuenta para el SNI, creo que nada.

¡Cosas veredes Sancho!, dos profesores de un centro meritocrático de investigación, El Colegio de México, son cantores populares entre la amplia y diversa pluralidad magisterial.

La historia del sistema educativo mexicano semejante a un camión viejo y destartalado, con un camino lleno de baches transitando sobre una empinada cuesta, pero con choferes perfumados, encorbatados y con el pelo pintado de rubio, se convirtió en referencia obligada en las escuelas normales críticas.

Es una alegoría que apunta casi hacia lo imposible. El derecho de las niñas, niños y adolescentes a una mejor formación, relevante y pertinente, crítica y autónoma, para la construcción de una cultura ciudadana democrática, de una cultura cívica y participativa.

Yo celebro.

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