Zacapoaxtla

La simulación de aprendizajes en el regreso a las aulas

La simulación de aprendizajes en el regreso a las aulas Fotografía: Nuestra Escuela Pregunta Su Opinión/ Educación Contracorriente A.C.

16-MARZO-2022

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El presente artículo realiza un análisis sobre las condiciones en que se da el regreso a clases durante el presente ciclo escolar 2021-2022, después de más de un año y medio de aislamiento, tiempo en el que los alumnos..

Mtro. Rogelio Hernández Ortega

Resumen. El presente artículo realiza un análisis sobre las condiciones en que se da el regreso a clases durante el presente ciclo escolar 2021-2022, después de más de un año y medio de aislamiento, tiempo en el que los alumnos han trabajado desde casa. Presenta la hipótesis de que en muchos casos, son los padres de familia o los familiares de los alumnos, quienes estaban realizando los trabajos que semanalmente se solicitaban por diversos medio, lo que se observaba en las calificaciones altas obtenidas en dichos trabajos, mismas que contrastan con las que obtuvieron en las evaluaciones.97

Palabras clave: Pandemia, aislamiento, trabajoa distancia, simulación, aprendizajes, escenarios, calificaciones

Introducción

La pandemia derivada del COVID-19, en muchas regiones del país, tanto en contextos urbanos como rurales, ha mostrado una realidad poco conocida como inesperada; en términos de los aprendizajes que deben construir los aprendientes en estas circunstancias inéditas en al menos dos vertientes: el relacionado con la educación y el de la interacción con los familiares, amigos, vecinos de su comunidad, en el desarrollo de la vida cotidiana fuera de la escuela. 

Respecto de la primera, caracterizada por el aislamiento, el trabajo a distancia, de nula interacción y socialización con sus pares, sin el apoyo cercano de sus profesores, sin los espacios de entretenimiento, descanso y relajación que representan los recesos diarios y sólo con el acompañamiento de los padres de familia, éstos en muchos casos, sin la formación o los conocimientos que les permitan brindar la ayuda necesaria a sus hijos para la solución de problemas o la realización de tareas. 

Y en relación a la segunda, el acortamiento de su campo de interacción, limitada por el espacio de su hogar, caracterizado igual, por la falta de comunicación con sus cercanos y la obligación del encierro, la toma de medidas de sanidad para prevenir hasta donde fuera posible, la posibilidad de contagio del virus.

Desarrollo

En las condiciones descritas, la educación a distancia, iniciada primero con el temor y la zozobra como ingredientes principales, obligó a los estudiantes, preocupados por los resultados de un ciclo escolar que se cortaba de tajo, en las condiciones en que habían transitado su trayecto formativo hasta ese momento, a atender las indicaciones de sus docentes, para asegurar que salvaran el ciclo escolar interrumpido en la escuela.

Y esto, de inicio aseguró también el trabajo diario en condiciones nuevas, utilizando recursos, principalmente tecnológicos hasta ese momento innecesarios, para los efectos educativos diarios.

De repente los alumnos, se vieron forzados a emprender una cruzada nueva, a comunicarse diariamente con sus maestros, a través de videollamadas, de sesiones en alguna plataforma como meet, zoom, teams, classroom e incluso a través del envío de tareas en documentos, cuadernillos, audios, videos o imágenes por WhatsApp, con el fin de cumplir de manera oportuna con las tareas encomendadas en los distintos campos formativos o asignaturas.

Así concluyó la segunda mitad de ese ciclo escolar 2020-2021 en que los escolares cambiaron sus formas de ser, de pensar y de hacer las cosas en materia educativa. 

De acuerdo con datos proporcionados por la Supervisión Escolar de la Zona 094 de Primarias Federales, con cabecera oficial en Tlatlauquitepec Puebla; de 1893 alumnos inscritos en ese ciclo escolar, 1844 tuvieron comunicación sostenida, 32 intermitente y 17 inexistente, lo que permite concluir que aproximadamente el 97.42 % trabajo desde casa y solo el 2.58 % perdió comunicación o abandonó sus estudios.  

Para este momento podían visualizarse muchos escenarios en la situación de los padres, que determinaba el apoyo que podían brindar a sus hijos, entre los que menciono: 

     – los que contaban con recursos y tiempo para apoyarlos y teniendo éstos la capacidad intelectual para hacerlo; 

      – los que contaban con recursos para ofrecer el apoyo necesario pero no contaban con los conocimientos;

       – los que no perdieron su empleo y disponían de recursos mínimos que alcanzaban y tiempo fuera de su horario de trabajo para ayudarlos.

        – los que a pocos días o en los primeros meses de iniciada la suspensión de actividades en las escuelas en Marzo de 2020 perdieron su empleo y no contaban con recursos para seguir ayudándolos;

        – los que sólo disponían de un celular y que al irse a trabajar lo llevaban consigo y su hija o hijo tenía que esperar a que regresaran de sus labores diarias para enviar la tarea, en algunos casos a horas en que habitualmente sus hijos ya estaban descansando;

       – los que sin recursos suficientes, recurrían a familiares o vecinos para pedirles utilizar su señal de internet para el cumplimiento de las tareas de sus hijos;

     – los que a falta de celular, solicitaron a los docentes, que sus hijos trabajaran contestando cuadernillos;

     – los que no brindaban ningún tipo de apoyo a sus hijos y éstos, rara vez cumplían con sus tareas.

En los casos en que el apoyo era mínimo o nulo, los alumnos desistieron de su intento de seguirse preparando y finalmente abandonaron sus estudios.

Lamentablemente el fin de la pandemia estaba aún muy lejos y el inicio de un nuevo ciclo escolar se vislumbraba incierto y desalentador. Los casos de contagios y muertes dejaron de ser un asunto de otros países o de ciudades lejanas a sus hogares y familias, el círculo mortal se cerraba y se acercaba a ellos, a todos. Lo que en un principio, en el ideario popular era explicado y entendido como un invento de las potencias internacionales para reducir la población mundial, se podía percibir cada vez más cerca y como una realidad difícil de aceptar.

Y en este entorno, inició el ciclo escolar 2021-2022 para la escuela mexicana. Las características de trabajo continuaban igual que al inicio de la pandemia meses atrás, pero los estragos de ésta comenzaban a sentirse y a observarse en el desempeño de los alumnos y en el cansancio de los padres de familia, que sin trabajo muchos de ellos y sin recursos para recargas para el celular, que se había convertido en la principal herramienta de trabajo, poco a poco iba desalentando el cumplimiento de los alumnos en las tareas escolares que requerían los profesores. 

Y en el marco de este análisis, para responder a la pregunta ¿Cómo regresamos a las aulas?, quiero mencionar lo que he expuesto en las reuniones de consejo técnico y que me parece digno de reflexionar: la verificación de muchas situaciones en las que los alumnos -aún teniendo información de que su desempeño académico antes de la pandemia era bajo-, estaban obteniendo calificaciones altas.

Y el consenso entre docentes incluso de otras partes del país con quienes tengo la oportunidad de conversar, es el mismo; un escenario en el que se observa que alumnos con rendimiento académico bajo, presentaban trabajos muy bien elaborados, resolvían problemas matemáticos con facilidad y por lógica, obtenían calificaciones altas, pero que al aplicarles examen trimestral a través de videoconferencias en las que se trató de no tener la intervención de sus padres, sus resultados fueron bajos, lo que contradecía el escenario de un rendimiento alto, obviamente, distinto al real.

Lo anterior obligó a considerar como síntesis, que estos alumnos estaban siendo apoyados por sus padres, pero eran éstos los que realizaban las actividades o les dictaban respuestas a preguntas que se les formulaban.

Conclusiones

¿Qué efectos tendrá esta situación en el presente ciclo escolar? Desde mi percepción, complementada con las experiencias que he escuchado de muchos docentes,

     – que tal como lo estamos viendo con los alumnos que se encuentran trabajando con el modelo híbrido, que en el caso de mi escuela, algunos asisten lunes y miércoles, otros martes y jueves, los viernes los más atrasados de ambos bloques, hay un considerable atraso en los conocimientos que los alumnos debieron construir en el ciclo escolar anterior; lo que echa abajo la hipótesis de que se había trabajado muy bien desde casa

     – al regresar a clases presenciales la totalidad de alumnos, podremos corroborar el retraso en la comprensión de contenidos de distintas asignaturas y verificaremos que el trabajo a distancia, no cumplió con sus objetivos, ya que no fueron los alumnos quienes respondieron a las actividades escolares encargadas

Y ante este panorama, los docentes deberemos asumir una tarea mayor, para “regularizar” a nuestros alumnos y “ponerlos al corriente”, lo que en la realidad, será seguramente difícil de lograr en lo que resta del presente ciclo escolar, pero desafortunadamente es necesario reconocer que es una responsabilidad adjudicada a los profesores y que plantea los desafíos que de acuerdo con Islas María Bernardette. (2021), implican “el replanteamiento de estrategias de enseñanza, por parte del profesorado y el replanteamiento de estrategias de aprendizaje y estudio por parte del alumnado. Así como la identificación de las fortalezas y habilidades adquiridas desde la resiliencia” (Islas)

Bibliografía

(Islas, María Bernardette Jara. 2021, N° 1, pags. 45 y 71). «La inesperada y obligada reingeniería pedagógica en tiempos de COVID-19. México. SEP

 

El Mtro. Rogelio Hernández Ortega, es Profesor de Educación Primaria, en la Escuela México de la Cd. de Tlatlauquitepec Puebla y desde el año 2000, asesor académico de base de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 211 Puebla, sede regional Zacapoaxtla Pue.

Cuenta con grado académico de maestría en educación y ha cursado distintos diplomados relacionados con la educación básica y media superior.

Ha tomado e impartido cursos y talleres en educación básica y educación superior.

Fue responsable de la Comisión de Titulación de la Sede Regional Zacapoaxtla, de la Unidad 211 de U. P. N., de 2003 a 2009.

Fue Coordinador de la Licenciatura en Educación, Plan 1994, de la Sede Regional Zacapoaxtla, de la Unidad 211 de U. P. N., de Sept. 2004 a Sept. 2005.

Ha publicado artículos en la Revista de Investigación Educativa, de la Universidad La Salle Benavente, Puebla, (Revista N° 5, Año N° 2, pag. 45, Septiembre-Diciembre 2006).

Se certificó como evaluador del desempeño docente en educación básica y media superior por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, con resultado DESTACADO, en Febrero de 2015.

Fue nombrado docente distinguido por la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 211, Puebla, en 2015.

Participó como “Evaluador del desempeño docente en educación básica y media superior”, a través de CENEVAL, Cd. de México, de 2015 a 2017.

Ha participado como moderador o ponente en distintos foros y coloquios en el estado de Puebla, relacionados con el análisis de la situación educativa.

Correo electrónico: ro_g_her@hotmail.com 

Correo electrónico institucional: rogelio.hernandez.ortega@seppue.gob.mx 

 

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