La “desdicha genealógica”, a saber ese vínculo intrínseco entre una “descarga” ligada a la Trata y un “replantar” relacionado en cambio a la esclavitud […], supone una ruptura de filiaciones con África […], pero también choques, refundaciones en el nuevo “espacio genealógico”
La “desdicha genealógica”, a saber ese vínculo intrínseco entre una “descarga” ligada a la Trata y un “replantar” relacionado en cambio a la esclavitud […], supone una ruptura de filiaciones con África […], pero también choques, refundaciones en el nuevo “espacio genealógico”, los barcos negreros en primer lugar y, más tarde, la Plantación que, según numerosos académicos, ha legado sus estructuras económicas, mentales e imaginarios a las sociedades posesclavistas y poscoloniales de esta parte del mundo (las Américas y las Antillas/Caribes). (Lavou, 2007, p. 67).
Por Yeison Arcadio Meneses Copete
La concepción de niñez que se ha superpuesto en las Américas, el Caribe, Europa, Asia, África y Oceanía son orientadas por los macro-poderes financieros, políticos, militares y culturales de la Europa occidental. Así, se ha desconocido que esta categoría es extremadamente polisémica, si nos detenemos en cada civilización, cultura, lenguaje y presencia histórica de los pueblos.
En consecuencia, los imaginarios y concepciones de la niñez que priman se contraponen a la idea del sujeto y sujeta “niño o niña” correspondiente a una humanidad plural, indefinible, no universalizable, no estandarizable y, culturalmente, compleja. Estas definiciones surgidas en Nor-Occidente son ideas universalizadas, mas no universales. La riqueza cultural-filosófica planetaria es vasta y multidimensional, difícil de ser comprendida desde un solo lugar de enunciación, sin caer en la colonización: el unísono de la lengua, la cultura, el saber, el poder, la estética, la localidad, la amnesia voluntaria o la ficción violenta, entre otras.
De manera que en este trabajo intento plantear una concepción histórico-situada para comprender las fracturas acarreadas por las invasiones, colonizaciones, tratas y esclavizaciones particularmente en las Áfricas, las Europas, los Caribes, las Américas, y sus impactos en la larga duración en los Estados modernos: Niñeces de la Vorágine de Gorée, tomando como lugar simbólico y representativo la Isla de Gorée, puerta del no retorno, situada en Senegal.
Las instituciones pos-esclavistas han decidido guardar un lastre de infraviolencias que proponemos leer a partir de dos categorías: la epidermopaidofobia y la pigmentocracia. La primera hace referencia a la ideología de odio construida socio-históricamente sobre el fenotipo de las Niñeces pigmentadas y no blancas. El fin de esta ideología ha sido vaciar de humanidad, animalizar, deshistorizar y condenar a la inexistencia las Niñeces de Gorée. Este concepto nos ayuda a acercarnos a la desarraigadora experiencia sistemática del racismo y al peso de la invención de las “razas” en la vida de las Niñeces en las cotidianidades de las sociedades pos-esclavistas y neo-esclavistas. La epidermopaidofobia ha pretendido ocultar, tergiversar y borrar del imaginario social cualquier rasgo de subjetividad y juicio creativo, intelectual y político de las Niñeces. ¿Cómo se han configurado los procesos de resistencia, re-existencia, resiliencia y/o suficiencias en las Niñeces de Gorée en la larga duración?
Por su parte, la pigmentocracia sería una categoría para describir la estructura social y política construida en las sociedades posesclavistas, neoesclavistas, poscoloniales y neocoloniales a partir de la negación, la distorsión y/o el exterminio simbólico de las improntas de la negro-africanía en las sociedades modernas con fines de dominación, exclusión, explotación, empobrecimiento y eliminación física (Mena, 2020b).
Yeison Arcadio Meneses Copete, "Las niñeces de la Vorágine de Gorée. Las heridas de la pigmentocracia" en Afrodescendencias. Debates y desafíos ante nuevas realidades, Colección Antologías del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño, CLACSO, Buenos Aires, 2021, pp. 71-86.